IDOLOS DE RIVER

Marcelo Gallardo


Jugador


En 1993, debuta oficialmente en River Plate y de aqui se lanzo a la fama en la primera division del futbol argentino. En 1993, a la fama en la primera división del fútbol argentino. En 1993, a los 17 años, debutó en la primera de River Plate el 18 de abril de 1993 (partido disputado entre River 2 - Newell's 0) con Daniel Passarella como director técnico. En 1995 debe abandonar las canchas durante dos meses debido a un desgarro. En el año 1999, y tras consagrarse Campeón de Apertura de 1993, 1994, Copa Libertadores 1996, Apertura de 1996, Clausura de 1997, Supercopa de 97 y Apertura de 97 con River Plate, fue transferido al Mónaco de Francia en donde inmediatamente se convirtió en figura, consagrándose al siguiente torneo al conseguir la Liga y la Supercopa de Francia, además de ser distinguido como mejor jugador del torneo. Concluido el Mundial de Corea-Japón 2002 y tras un enfrentamiento con el entonces entrenador de Mónaco, Didier Deschamps, finalizando la temporada 2002-2003 retornó a River Plate. A principios de 2006 tuvo una discusión con el DT Reinaldo Merlo, por la que decidió renunciar, pero luego volvió al equipo cuando el director técnico cambió. A principios de 2007 ficha por el París Saint-Germain, donde jugó un año. Luego tuvo un breve paso por el fútbol estadounidense, en el DC United. Fue pretendido por Ramón Díaz en San Lorenzo, aunque desestimó la oferta.En el mes de julio del 2008, es pretendido por Miguel Ángel Russo, ex DT de San Lorenzo. En enero de 2009, retornó al club de sus inicios, River Plate, a préstamo por un año, donde marcó su retorno en la 5 fecha del Clausura contra Arsenal con 2 goles y el primero de ellos fue para recordarlo y logró que la gente coreara de nuevo su apodo después de tres años. Hubo un debate cuando el jugador Ariel Arnaldo Ortega llegó al club sobre quién debería llevar la camiseta número "10". Se caracteriza por su pegada de media distancia, los tiros libres y una visión del juego magnífica, que hacen de él un jugador diferente y uno de los jugadores más reconocidos del fútbol argentino junto con Juan Roman Riquelme, Ariel Ortega y Juan Sebastián Verón. El 14 de mayo de 2010 anunció que no seguiría en River Plate; «es el fin de mi ciclo en River», declaró en la rueda de prensa anunciando su decisión.1 El viernes 13 de agosto de 2010, llegó a Montevideo para firmar contrato con el Club Nacional de Football de esa ciudad. El presidente del club expresó que su pase no sólo pretendía considerarlo un referente futbolístico sino también un modelo a seguir para los más jóvenes futbolistas de la institución. Uno de los motivos que lo llevó a firmar por Nacional fue su gusto por el país y la obligación que presenta el club de seguir obteniendo títulos a nivel continental, pensando en la próxima Copa Libertadores de América. El 19 de septiembre, jugando un partido por el Campeonato Uruguayo, un tropezón seguido de una mala caída le causó una lesión en la pierna que lo mantendría apartado de las canchas por tres meses; hasta el 27 de febrero, día en el cual vuelve a las canchas en el partido en el que Nacional vencería a Bella Vista por 1 a 0. El 6 de marzo vuelve a anotar después de más de un año sin convertir, en el encuentro en el que Nacional vencería a Miramar Misiones 3 a 1. El 10 de junio de 2011 anuncia su retiro una vez finalizado el campeonato uruguayo debido a razones personales. Gallardo disputó su último partido el 12 de junio de ese año, en el Estadio Centenario. Ese día, Nacional venció 1:0 a Defensor Sporting y salió campeón de la temporada 2010-11. El muñeco entró a los 66 minutos, sustituyendo a Richard Porta. En dicho encuentro, fue ovacionado por la parcialidad tricolor.

Entrenador


En sus últimos años como jugador decide comenzar a estudiar para Director Técnico Nacional de Fútbol en la Escuela de Técnicos de Vicente López, donde coincide como compañero de cursada con Matías Biscay, Rodolfo Arruabarrena y Diego Markic Club Nacional de Football (Uruguay) Pocos días después, Nacional anunció que el ex-futbolista asumiría como nuevo director técnico del equipo, con Pablo Rodríguez como asistente y Marcelo Tulbovitz como preparador físico. En su primer semestre obtuvo el torneo apertura que clasificó al equipo a la definición del campeonato a disputarse a mitad del año 2012. El 16 de junio del mismo año se consagra campeón Uruguayo 2011-2012 con el Club Nacional de Football. River Plate En 2014, tras la abrupta renuncia de Ramón Díaz, el Secretario Técnico Enzo Francescoli confirmó a Marcelo Gallardo como nuevo entrenador del club, quien en conferencia de prensa el 6 de junio de 2014 asume la conducción técnica y dirigirá al club el segundo semestre de 2014. Con tan solo 38 años llega al puesto de entrenador después de que Ramón Díaz renunciara, antes estuvo como entrenador en Nacional de Uruguay donde tuvo una gran temporada. Gallardo con River disputa en su primer semestre la Copa Sudamericana y el torneo de la Argentina. También jugó la Copa Argentina y quedó eliminado por penales frente a Rosario Central. En la Copa Sudamericana River Plate eliminaría a Boca Juniors en semifinales con un global de 1-0, definiendo la serie con gol de Pisculichi en el Estadio Monumental. Tras superar al rival de toda su vida, River Plate enfrentaría al conjunto colombiano Atlético Nacional de Medellín (el cual había eliminado al Sao Pablo FC). En la final de ida disputada en Colombia el partido terminaría 1 a 1, con goles de Berrio para el cuadro colombiano y de Pisculichi para el conjunto argentino. En el partido de vuelta disputado en el Estadio Monumental, River Plate vencería 2 a 0 a Atlético Nacional con goles de Mercado y Pezzella, tras dos asistencias exquisitas de Pisculichi desde el saque de esquina. De esta manera el equipo de Marcelo Gallardo se coronaría campeón del certamen terminando su equipo invicto, con 8 victorias y 2 empates. En el Torneo de Transición River terminó subcampeón, con 39 puntos. El estilo de juego del River Plate de Gallardo es ofensivo y se basa en la presión constante y en la rápida circulación del balón. Los jugadores que solicitó Gallardo para ese primer semestre como entrenador de la banda fueron: Julio Chiarini (Instituto), Leonardo Pisculichi (Argentinos Juniors), Carlos Sánchez (Puebla) y Rodrigo Mora (U. de Chile). El River de Gallardo lograría el invicto más alto de la historia del club en el profesionalismo, superando la racha de 28 partidos de la temporada 94/95. El millonario no perdía desde el 6 de abril contra Godoy Cruz de Mendoza (2-1 en el Estadio Monumental) y alcanzaría 21 victorias y 10 empates (7 de estos partidos dirigidos por el anterior técnico Ramón Díaz). El invicto lo perdería luego frente a Estudiantes de La Plata el 12 de noviembre por el campeonato local, concluyendo así con un total de 31 partidos sin perder. Más adelante ganaría la Copa Sudamericana. En 2015, luego de una temporada de verano que dejó dudas en lo fútbolistico, el River de Gallardo se consagraría campeón por primera vez de la Recopa Sudamericana 2015 venciendo a San Lorenzo de Almagro por 1-0 en el Estadio Monumental y 0-1 en el Estadio Pedro Bidegain. Con los títulos conseguidos durante el año 2014 y 2015, no solo se transformó en la única persona que se consagro campeón de copas internacionales como jugador (Copa Libertadores 1996 y Supercopa 1997) y entrenador (Copa Sudamericana 2014 y Recopa Sudamericana 2015) de la institución de Nuñez, sino que también es la persona con más títulos internacionales logrados en dicha institución con 4 conquistas. Luego en la Copa Libertadores 2015 quedaría inmortalizado en la historia de River Plate al ser el director técnico que eliminó a Boca Juniors en dos competencias internacionales consecutivas.

Enzo Francescolli




Nació el 12 de noviembre de 1961 en la ciudad de Montevideo (Uruguay). A los 14 años, luego de probarse sin suerte en los clubes Peñarol y River Plate de Uruguay, fue fichado por el Wanderers, donde debutó en marzo de 1980 (el mismo club en el que se inició el gran Obdulio Varela) y casi dos años después cruzó el Río de la Plata para recalar en River Plate, donde comenzaría otra historia. Luego de ganar el Campeonato Sudamericano Juvenil de 1981, los dirigentes riverplatenses, bucando un remplazante del jugador Norberto Alonso, lo contrataron, luego de muchas idas y venidas. Y a los 21 años de edad debutó contra Ferrocarril Oeste, de la primera división del fútbol argentino, convirtiendo su primer gol de penalti. Pero recién en las temporadas 1984 y 1986, Francescoli explotó y bajo las órdenes del técnico Héctor Veira, se coronó campeón y máximo goleador del Campeonato Argentino en dos oportunidades. En reconocimiento a su buena labor, ganó el Balón de Oro al mejor jugador del certamen argentino. Y en 1986 participó del seleccionado uruguayo en el Mundial de México del 86. En tanto en River el Príncipe ganó la Copa Libertadores de América y el Torneo Apertura en 1996. Un año después integró el conjunto ganador de los campeonatos Clausura y Apertura, mientras que en 1997 ganó los torneos Clausura, Apertura y la Supercopa. El primero de agosto de 1999, tras perder en 1996 con River la final de la Copa Intercontinental contra la Juventus de Italia 1-0 y no poder clasificar con Uruguay en 1997 para el Mundial de Francia del 98, Enzo Francescoli se retiró del fútbol activo en un partido despedida organizado en el estadio Monumental de River. Así dijo adiós el delantero uruguayo de tranco largo. Un guapo del área que sin ser arrebatado supo convertirse en conductor y goleador de equipos. Querido por la afición y respetado por sus pares, Francescoli fue el máximo goleador extranjero en la historia de River Plate y el tercer máximo goleador extranjero en la historia del fútbol argentino. La estupenda pegada y la elegancia para mover la pelota fueron las cualidades sobresalientes del gran Enzo Francescoli. Jugar con el Enzo era una ventaja, porque todas las pelotas caían redondas y, cuando apuntaba al arco, seguro que era gol. Su primer período en River lo tranformó en ídolo absoluto de la hinchada. Después de su paso por Europa, regresó a River Plate para volver a triunfar, ganar varios torneos locales, una Copa Libertadores, una Supercopa y llegar a la marca de los 112 goles con la casaca millonaria. Además de un magnífico jugador, Francescoli fue un caballero dentro de la cancha, cualidad que lo convirtió en uno de los futbolistas más queridos y respetados del fútbol argentino.

Ariel Ortega




Futbolista argentino, uno de los más destacados delanteros de su país durante la década de 1990. Debutó en Primera División con sólo 17 años de edad, vistiendo la camiseta del River Plate, club en el que formó pareja atacante con el uruguayo Enzo Francescoli. Apodado El Burrito, recogiendo un mote de su padre, que también fue futbolista, Ortega tenía un extraordinario manejo de balón y, sobre todo, habilidad, que lucía especialmente en el regate. Con el River consiguió cinco torneos argentinos (Apertura 1991, Apertura 1993, Apertura 1994, Apertura 1996 y Clausura 1997) y se proclamó campeón de la Copa Libertadores (1996). Marchó a España en marzo de 1997, tras ser fichado por el Valencia a petición del técnico Jorge Alberto Valdano, y posteriormente a Italia, para militar en la Sampdoria (1998-1999) y en el Parma (club por el que fue contratado en 1999 y con el que, al lado de su compatriota Hernán Jorge Crespo, ganó ese mismo año la Supercopa de Italia). Una vez finalizada en Europa la campaña 1999-2000 regresó a Argentina para incorporarse, de nuevo, a la plantilla del River Plate. Fue elegido por el seleccionador Alfio Basile para sustituir a Diego Armando Maradona en la fase final de la Copa del Mundo disputada en Estados Unidos en 1994 y, tras este torneo, Daniel Alberto Passarella le mantuvo como fijo en la selección absoluta. Posteriormente fue medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Atlanta 96 con el combinado olímpico y, de nuevo con el absoluto, tomó parte en la fase final de la Copa del Mundo de Francia (1998) y en la Copa América disputada en 1999 en Paraguay. El querido "Burrito". Uno de los últimos ídolos millonarios. Quiebres de cintura, gambetas endiabladas, amagues y debordes, una constante en este jujeño que nació en River. Debutó con la banda roja en 1991 y, hasta fines del 97, la vistió en 135 partidos. Convirtió 30 goles y llevó a River a obtener 6 títulos (5 nacionales y 1 internacional). Por "culpa" de su habilidad, fue el jugador más golpeados de los últimos años. Pero Ortega es de los que no arrugan.

Fernando Cavenaghi




Fernando Cavenaghi es uno de los máximos goleadores de la historia de River, a pesar de que gran parte de su carrera la hizo en el exterior. El "Cavegol", como lo llamamos los hinchas, es uno de los jugadores más queridos del club. ¿Porque hizo muchos goles? Si. ¿Porque ganó campeonatos? También. ¿Por su sonrisa interminable? Puede ser... pero, sobre todo, porque hizo algo que superó todas las expectativas, todas. El 26 de junio de 2011 River empató ante Belgrano, en el segundo partido de la promoción, y decretó su descenso al Nacional B. ¿Y qué hizo Cavenaghi? Lloró, seguramente, puteó quizás también, pero como si fuera un superhéroe que ve un problema y corre para resolverlo, levantó el teléfono y pidió volver, para sacar al club de ese lugar al que nos habían llevado pésimas gestiones dirigenciales, malos arbitrajes y algunos técnicos y jugadores que no estuvieron a la altura de la institución. El final de esa historia es conocido, aunque hasta ahora se desconocían detalles de aquellos tiempos. Datos que solamente él tiene y que ahora lo comparte con todos los hinchas a través de su libro, "Cavegol"... cómo se iba a llamar sino... A pesar de que Fernando Cavenaghi aún está jugando profesionalmente, y en gran nivel, se tomó un tiempo para relatar su vida con River. Desde que entró a las inferiores hasta su último día, aquella noche en la que levantó la tan esperada Copa Libertadores, el 5 de agosto de 2015. Cavenaghi anotó 112 goles en 212 partidos en River. "La idea surgió hace mucho, con mi mamá, en la etapa del Nacional B por todo lo intenso que había sido y todas las experiencias vividas. Después, de la mano de Editorial Atlántida y un amigo, Sergio Oviedo que me ayudó a redactar algunas cosas, se hizo realidad", contó Cavenaghi en diálogo con Infobae. Los hinchas de River disfrutarán cada capitulo como si lo hubieran vivido en primera persona. Es que Cavenaghi debutó de muy joven en la Primera del club y rápidamente se hizo querer a fuerza de goles. Sin embargo este libro es también de gran ayuda para los chicos que sueñan con ser futbolistas, de River o de cualquier otro club, porque narra las dificultades que vivió Fernando en su etapa de inferiores y las ganas y el esfuerzo que tuvo que hacer para concretar su anhelo. "Todos los capítulos que escribí me emocionaron. Fundamentalmente los primeros, en donde cuento mis comienzos y lo dura que fue mi adaptación a Buenos Aires. También cuando hablo de la tremenda lesión que casi me saca del fútbol. Recordar todo lo que viví fue alucinante", agrega el goleador. "Me fui porque en lo personal habia cumplido todos mis objetivos dentro del club" Goles, campeonatos, Copas, festejos. Todo está bien detallado en el libro, incluso cuando cuenta sobre la gloriosa noche en la que River gañó la Copa y él decidió decir "Adiós". "Me fui porque en lo personal había cumplido todos mis objetivos dentro del club y ganado todo lo que me había propuesto. A veces hay que darse cuenta cuál es el momento ideal de decir basta y para mí fue el momento clave, levantando la Libertadores. Mejor final que ese era imposible, fue lo que siempre soñé", explicó en la entrevista con Infobae. El libro, claro está, es una caricia a todos los hinchas de River, quienes disfrutarán página por página.Pero en la entrevista, que a decir verdad le hice como hincha y no como periodista, le pregunté cuándo volveríamos a verlo con la camiseta de River. ¿Será en su partido homenaje? Esto me respondió el "Cavegol": "La verdad me lo ofrecieron hacer el día que me retire. Sinceramente no sé si me lo merezco, veremos más adelante. No hay que forzar nada, si se da, bienvenido y sino, no pasa nada".

Matias Almeyda




El 26 de junio de 1996, fecha en que River Plate ganó su segunda Copa Libertadores, con Almeyda incluido y como pieza fundamental en el esquema de Ramón Díaz. Matías formó parte de una oncena llena de estrellas riverplatenses, que incluía a Germán Burgos, Leonardo Astrada, Juan Pablo Sorín, Ariel Ortega, Hernán Crespo, Pablo Lavallén, Marcelo Gallardo y Enzo Francescolli, entre otros tantos. Matías Almeyda ganó la Copa Libertadores como jugador con una gran generación en River Plate. Aquella tarde de 1996 en que River Plate le dio la vuelta al América de Cali con doblete de Hernán Crespo, Almeyda pudo apaciguar sus fantasmas internos: Un año antes, en Semifinales, erró una pena máxima que había impedido a los Millonarios llegar a la Final. Sin embargo Matías y sus compañeros encontraron revancha para bordar con hilo dorado su nombre en la historia de River y del futbol sudamericano en general. Mas el cruel destino, que en ocasiones orquesta planes titánicos para generar una coincidencia, tenía la más grande tristeza de la carrera de Matías Almeyda también reservada para un 26 de junio. Fue en el año 2011, tres lustros después de haber tocado el cielo ganando la Libertadores, el 'Pelado' y River caerían al inframundo futbolístico. Belgrano fue el rival de River para jugar la promoción por el no descenso de la campaña 2010-11. En la ida los de Córdoba se impusieron 2-0 y Matías Almeyda fue amonestado, acumulando tarjetas amarillas y viéndose imposibilitado para jugar la vuelta en el Estadio Monumental de Buenos Aires. Ese sería su último partido como profesional y vería desde afuera cómo sus compañeros luchaban por evitar la catástrofe. Las cosas no se le dieron al cuadro más ganador de la Primera División de Argentina. Desde los vestidores, Almeyda tuvo que seguir el descenso, que se consumó tras un empate 1-1 que servía de nada y que terminaba con la bronca trasladada de las gradas al campo; la carrera del 'Pelado' terminaba de la peor manera en que éste pudo haber imaginado. "Vi el segundo tiempo tirado en la camilla de la utilería, por una tele chiquita. Nadie hablaba, no había palabras, estábamos muertos. Cuando el árbitro pitó el final no pudimos entrar a la cancha para estar con nuestros compañeros porque tiraban de todo. Un par de policías cubrían la puerta porque la querían tirar abajo". Ya en las primeras horas del 27 de junio de 2011, Almeyda entiende que los botines deberán ser colgados definitivamente y que de la cancha pasará, sin aduana alguna, al área técnica. Esa madrugada, el Matías entrenador vio la luz por primera vez. "'Tengo que tener revancha de esto', pensaba una y otra vez. Y la revancha era agarrar el equipo y subirlo. No había otra […] Esa misma noche supe que mi carrera como futbolista había terminado, ya lo venía elaborando desde hacía unos meses, pero si River seguía en la 'A' yo tampoco iba a jugar más, ya no podía con mi físico realmente, no daba para más", detalló el ahora entrenador del Guadalajara en su libro "Alma y Vida". Tras ese 26 de junio trágico, Matías cumplió con su revancha al ascender a River Plate inmediatamente. También regresó a Banfield al máximo circuito argentino y desde septiembre del 2015 dirige a las Chivas en México, donde libró ya un descenso y en tan sólo unos días buscará su boleto para retornar a una Copa Libertadores como entrenador, veinte años después de haberla levantado como futbolista.

Javier Mascherano




El jefe de la mitad de cancha, ha jugado desde joven en las categorías inferiores del River Plate. En 2003 Mascherano empieza a jugar con la primera plantilla. Debuta en la Primera división de la liga argentina de fútbol el 3 de agosto de 2003 en el partido River Plate 2:1 Nueva Chicago. Con River Plate se proclamó campeón del Torneo Clausura en 2004. Durante ese año, varios clubes europeos mostraron interés en fichar a Mascherano, pero finalmente lo hace Corinthians en 2005. Javier Mascherano fue uno de los últimos grandes valores surgidos de las Inferiores del club River Plate. Masche se lució en un puesto que durante muchos años ocuparon ídolos indiscutidos de la institución millonaria, como Américo Rubén Gallego, Reinaldo Carlos Merlo, Leonardo Astrada y Matías Almeyda. La carrera del volante central siguió de alguna manera los mismos caminos que el de su compatriota Carlos Tevez. Se destacó en un grande de la Argentina (en River ganó dos títulos locales), fue transferido al Corinthians de Brasil y luego al West Ham de Inglaterra, igual que el ex Boca. De manera inexplicable no fue tenido en cuenta en el club inglés, y por ese motivo al poco tiempo pasó al Liverpool, donde si se consolidó y demostró todas sus condiciones. En esta institución, conscientes del interés de varias potencias europeas en contratar sus servicios, ya le renovaron el contrato hasta el año 2012. A pesar de su juventud, es uno de los grandes referentes que tiene la selección argentina, donde desde la llegada de Maradona es capitán del equipo. Con la celesta y blanca se dio el gusto de ganar dos medallas de oro en Juegos Olímpicos: Atenas 2004 y Beijing 2008.